lunes, 22 de junio de 2015

SHACKELTON

"Muchas veces me maravilló la delgada línea que divide el éxito del fracaso"

Ernest Shackelton


Un año más, una tarde del mes de junio, un grupo de agentes inmobiliarios de Calafell, partimos hacia Madrid en busca del aprendizaje y de la relación. Se celebra la sexta edición de Inmociónate.

Hace seis años que emprendo esta aventura; y, a pesar del paso del tiempo, mantengo la ilusión intacta por aprender y perfeccionar las herramientas del oficio y por reencontrarme con amigos que llegan de todas partes al ya clásico evento inmobiliario madrileño. Además, este año tiene un sabor especial, para ImmoBan y para mí, porque hemos tenido la fortuna de llegar a la final del Premio de marketing que se otorgará durante Inmociónate. Y digo fortuna porque, como escribió acertadamente Schakelton, la línea que separa el éxito del fracaso es delgada. Cualquiera de los inmobiliarios que llegó a la semifinal podría estar en mi lugar o en el de los otros cinco finalistas. 

El premio lo ganó el #sellordie de la inmobiliaria de Barcelona Keli de mis amigos Ventura Garrido y Queta Xampeny. Lo ganaron merecidamente y, por esto, me supo mal que el sistema de votación permitiera que hubiera más votos que gente en la sala; pero, en fin, ya se me ha pasado el cabreo inicial. Continuemos.

En realidad, lo verdaderamente destacable o importante, no es tanto llegar a la final o ganar el premio. Lo verdaderamente importante y destacable es que cada vez más inmobiliarios trabajamos con constancia y con dedicación para dar valor añadido a nuestros clientes y a nuestras comunidades y para lograr ser reconocidos y recomendados porque, como escribe Jesús Alcoba (conferenciante de Inmociónate) en La brújula de Schackelton, "rara vez el éxito es consecuencia de un golpe de suerte o de un esfuerzo sobrehumano de corta duración. En la mayoría de los casos, muy al contrario, conseguir lo que queremos es el resultado de una larga serie de pequeños pasos que al final dan como resultado un objetivo importante". 

Y, luego, y esto es también es muy destacable, muchos de los inmobiliarios que vamos a Inmociónate (o al evento de Calafell) sabemos que la innovación es el resultado de una cultura colectiva en la que todos colaboramos y compartimos. Sabemos que cuando la gente trabaja mejor es cuando lo hacemos juntos, cuando compartimos nuestras ideas y cuando nos sentimos cómodos tomando prestado el trabajo de otros para nuestros propios proyectos. Hasta llegar a ignorar el concepto de "lo mío". Por esto mostramos, generosamente, nuestro marketing, entre otras cosas.

Un año mas, lo pasé bien en Inmociónate y, al regresar en el tren, de vuelta a Calafell, pensé "en CRS somos un montón de ideas".  




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