viernes, 21 de mayo de 2010

ACUMULANDO LECCIONES.



Una de las razones que me llevan a estar orgulloso de pertenecer a la Agrupación Inmobiliaria de Calafell (AIC) es el empeño de mis compañeros de ImmoBan, Ernest Soler e Irene Pariente, y de mi mismo de estar a la altura del compromiso que hemos adquirido tanto con nuestros clientes como con nuestros colegas de profesión de Calafell. De modo que estamos en permanente alerta y mantenemos ojos y oídos bien abiertos tanto para colaborar con el resto de agentes de la agrupación en beneficio de nuestros clientes como para competir con estos mismos agentes para destacar y diferenciarnos. Aún así, esto último no impide que fomentemos la formación continuada de las empresas agrupadas bajo las siglas AIC.



Sin ir más lejos, el pasado jueves 20 de mayo representantes de todas las agencias de AIC asistimos en Barcelona a un curso de "Negociación con compradores y vendedores" impartido por mi amigo el profesor Ignacio Castillo y por el agente madrileño Ángel Gómez. El evento tuvo, fundamentalmente, una vertiente práctica. Por la mañana Ángel Gómez hizo algunas demostraciones de su forma de trabajar la captación de propiedades (o, mejor dicho, de propietarios). Destacaría de Ángel su naturalidad y su enfoque pragmático y de sus palabras me quedo con que "la exclusiva es un contrato de trabajo." Al mediodía, compartimos mesa y mantel con todos los participantes del curso. Por la tarde, Ignacio Castillo, mantuvo su, ya conocido por mí, perfil dialogante y dedicó su tiempo al trabajo con el comprador.





Como ya he repetido en diversas ocasiones, la asistencia a un curso de formación tiene diversas ventajas. Entre ellas, el viaje en sí, salir del despacho y del entorno habitual; compartir unas horas con colegas de otras zonas; formarte y cargarte de energía para seguir creciendo y, sobre todo, hacer autoreflexión y bajar las ideas a los pies o, dicho de otro modo, aplicar lo aprendido y lo desaprendido para que la formación adquiera pleno sentido.





Aprovecho estas últimas líneas para felicitar y saludar a las personas que conocí en Barcelona, a Alicia, Alejandro Pérez, Sonia Merelas, las simpáticas hermanas Puri y Yolanda Zafra y Ángel Gómez; a viejos conocidos como Ignacio Castillo, Artur, Antoni y Didac; y, como no, a todos los miembros de AIC por su implicación en el proyecto.